jueves, 16 de diciembre de 2010

Nº 63: Isabel II o cómo afrontar cincuenta y ocho años de reinado


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El Sec.Gral. del Conservative Party en España, Paul Gordon, escribe sobre cómo ejerce sus poderes reservados Isabel II, desde Churchill a Cameron. A.Ibrahim, del programa internacional de seguridad de Harvawrd analiza cómo vencer el terrorismo. El embajador Arturo Pérez Martínez escribe sobre las islas Senkaku y análisis de libros de los embajadores Angel Ballesteros y Fernando Riquelme. Artículos sobre el Ifni del comandante Turiel, el Bicentenario por el catedrático Miguel Ayuso, el proceso de la UE, los desafios de Dilma Rousseff y el Tea Party.

4 comentarios:

  1. Comparto casi todos los conceptos vertidos por don Miguel Ayuso en su artículo EL OTRO BICENTENARIO: DEL PASADO AL FUTURO. Los sudamericanos nos acordamos muy bien de que hay otro bicentenario. A fines del 7/1808 llegó a Maldonado un bergantín francés con un emisario de Napoleón, participando las abdicaciones de los Reyes Católicos en su hermano José, y todos los demás eventos de Aranjuez y Bayona. Vinieron a persuadirnos para que jurásemos por el nuevo soberano. Trajeron un montón de panfletos y periódicos con noticias falsas para confundir a los criollos. Al final el Cabildo se dio cuenta de la farsa y mandó a quemar todos los pasquines que trajo el oficial francés.
    A partir de esos sucesos se habló mucho en el Plata de la "perfidia francesa" y se puso de moda esa expresión. Por eso me llama la atención que el traductor que resume el artículo de Ayuso, abajo en el apartado "Bicentenaries and Spanishness", hable de "independence of Latinamerican states" cuando es bien sabido que nunca existieron "independencias latinoamericanas". La denominación "l’Amérique Latine" es un invento posterior a todas las emancipaciones americanas. Se le debe principalmente a Napoleón III, Michel Chevalier, L. M. Tisserand y los garibaldinos. Es decir, que es una continuación de la misma perfidia francesa, que intenta regenerar a los hispanoamericanos y los pueblos originarios del continente, en una identidad colectiva más provechosa para Francia y otras potencias. Una verdadera injusticia desde el punto de vista humanístico.
    Mucho bien le hace a nuestra cultura que Ayuso rescate los valores cristianos de la hispanidad. No tengo dudas que se logrará exorcizar esos demonios nihilistas de la globalización, de los que habla en su libro. Sería una tontería subestimar el saber hespérico. F. RODRIGUEZ (Argentina)

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  2. Como mero traductor del resumen del artículo comparto plenamente su reserva sobre la denominación "América Latina " y el origen francés de estos términos. En España todos los rechazan e insisten en hablar más propriamente de Iberoamérica. Pero seguramente Ud. está de acuerdo en que casi nadie habla de Iberoamérica en la región.
    Como se sabe se lo emplea para no dejar de lado a Haití aunque hoy en día en el mundo diplomático y en los organismos internacionales se habla de América Latina y el Caribe.
    Tampoco en inglés no existe, creo, la denominación de "Iberoamerica" aunque sería quizás bueno promoverlo

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  3. Con todo respeto debo decirle que no estoy de acuerdo en lo que usted dice. Aquí hay muchísima gente que utiliza la denominación “Iberoamérica”. Los que no quieren utilizarla son los medios de comunicación que dominan en la región. Y ustedes nos conocen a través de esos medios. Es decir que el problema se reduce a un puñado de directores y gerentes de empresas de comunicación. Es un circulo vicioso. Los medios hablan de América latina y la gente repite lo que dicen los medios, creyendo que ellos actúan de buena fe y que saben lo que dicen o escriben. Pero no es tan así. En los medios de esta región también hay ignorancia. Con respecto a lo que UD dice sobre Haití, me parece que la mayoría son negros o “afroamericanos”. Es imposible que lleguen a ser latinos, según las características de los naturales del Lacio. Que yo sepa, Iberoamérica en inglés se escribe Iberoamerica pero se pronuncia con acento anglosajón. A mi me gusta esa denominación pero también me gusta mucho “Sudamérica” que es la que figura en el Acta de la Independencia del año 1816 (Congreso de Tucumán, Argentina). Me gustaría que los diplomáticos la utilizaran más.

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  4. Le agradezco la corrección. La verdad que esta desatención se debe a que he vivido la mayor parte de mi vida adulta fuera de la región, en el medio de la diplomacia y poco de la prensa.
    Pero le reitero que me siento v cada día más iberoamericano a pesar de que mis nueve años en Bélgica francófona.

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